
Otro finde que nos dejamos caer por La Cabrera, con parada obligada en Lerma para cenar en el Mesón Lara.
El sábado calentamos en el bloque Californiano, y nos acercamos al Pico de la Miel para escalar el diedro loquillo y la fisura Alaiz.
El domingo escalamos en las Agujas de la Cabrera:
Diedro de la Deportiva 6a (Aguja sin nombre)
El Triunfo del miedo 6b+ (Aguja de los Tres Amigos)
Metamorfosis 7a+ (Aguja de los tres amigos)
Al llegar, de noche, con la tripa llena, no podemos evitar darle unos pegues en artificial a la travesía del bloque «SE VENDE». Más por las risas que otra cosa… al final siempre se nos hace tarde pero qué a gusto se está.

El sábado calentamos en el bloque Californiano:


Aproximación: Dejar la gasolinera a la derecha y meternos en la primera a la derecha (c/ de los Colegios). Continuar y coger la segunda a la derecha, Calle de la Encerrada (NO coger la primera a la derecha c/ de la sierra que sería la que cogemos para aparcar cuando vamos al Pico de la Miel).
Una vez hayamos cogido este segundo desvío continuar por la carretera que después se convierte en pista de tierra (c/ de la Encerrada). Nosotros aparcamos en un parking al lado de una casa naranja:


Después continuar por la pista hasta la aguja sin nombre:

Nos encontraremos de frente con la Aguja sin Nombre:

AGUJA SIN NOMBRE, CARA OESTE
“Diedro de la deportiva” 6a 90 metros
Popular vía de largos con buenas fisuras. El primer largo, mantenido, tiene una entrada técnica y difícil de proteger. Después ofrece buenos empotres y escalada de diedro (6a). El segundo largo progresa por una fisura que desploma ligeramente en la última parte (6a). En esta ocasión solamente escalamos el primer largo (40 metros), dispone de reunión para descolgarse.
Material necesario: El itinerario exige piezas pequeñas (semáforo de Alien) para los primeros metros e incluso algún fisurero. Para el resto de la vía necesitsremos tallas medianas y grandes (C0.5 , C0.75 , C1 x 2 , C2 x 2 , C3).
Aperturistas: Emilio Gª Viel y Angel del Diego Escudero.

Para llegar a la fisura “El Triunfo del Miedo” (6b+ 30 m) bordeamos la Aguja sin nombre por debajo para después subir hasta la Aguja de los Tres Amigos, pasaremos por la mítica Metamorfosis (7a+) para situarnos en su cara Oeste.
En esa misma cara Oeste, a la derecha de la fisura «El triunfo del Miedo» , se encuentra la fisura «Nueva Dimensión» (7a+) , una dura fisura de dedos cuya primera ascensión corre a cargo de Tino Nuñez y José Jimenez hallá por 1985. Existe una variante que no utiliza los agarres de la parte derecha que eleva la dificultad hasta 7c (liberada por Eladio Vicente).

AGUJA DE LOS TRES AMIGOS
“El Triunfo del Miedo” 6b+ 25 metros
Mítica vía de fisura de esta conocida aguja. Comienza por un diedro con fisura ancha (friend nº4) , a partir de aquí la fisura va estrechando según vamos subiendo. Después de superar una sección de buenos empotres de manos alcanzamos una zona de buenos agarres sobre lajas que nos deposita debajo del diedro superior con fisura de dedos. Arriba tenemos dos opciones, seguir recto (6a) o la espectacular fisura de dedos de la derecha (6b+).
Material necesario: El inicio de la vía requiere piezas grandes (C3 y C4). Luego la fisura se estrecha y son necesarias tallas medianas (C0,75 , C1 x 2 , C2 x 2 , C3):
Para la fisura de dedos será necesario un semáforo de Alien fon alguno de ellos repetido.
Aperturista: Manolo Martínez «Musgaño» (1979)




Para llegar a la vía «Metamorfosis» 7a+ tan sólo tendremos que bordear la aguja de los tres Amigos hasta situarnos en su cara Este, donde esta pared sombría nos dará la bienvenida:
AGUJA DE LOS TRES AMIGOS
“Metamorfosis” 7a+ 30 metros
La más famosa del risco, impresionante de principio a fin. Se compone de un sistema de fisuras que recorre una placa lisa ligeramente desplomada. Las mayores dificultades se encuentran en el inicio (fisura de dedos muy técnica) y en la fisura final para salir a la repisa de la reunión. La vía se protege bien en general, sólo el principio requiere un emplazamiento de piezas pequeñas un poco más delicado. Este pedazo de historia de la escalada en España nos exigirá utilizar todo tipo de empotres y cerrojos, así como templar nuestros nervios, a lo largo de sus casi 30 metros. Una batalla épica.
Material necesario: La vía se encuentra totalmente limpia. Por esta razón es necesario subir mucho material. Es recomendable llevar bastantes tallas pequeñas y medianas repetidas (C0.5 x 2 , C0.75 x 2 , C1 x 2 + Alien verde x 2 , Alien Amarillo x 2 , Alien Rojo x 2 ). Algún fisurero pequeño y algún microempotrador (Alien azul, C3 Amarillo) nos servirán para el inidio de la vía.
Apertura: La primera ascensión de esta vía corre a cargo de Gustavo Cuevas y José Antonio Pérez en 1970, bautizándola como “Cuevas-Perez”, superando el muro enteramente en artificial y quedando equipada con tacos de madera, clavos y ángulos de estantería para su repetición.
En 1979, Manolo Martinez “Musgaño” y Fernando de la Puente, tras siete horas de asedio y tres puntos de reposo, llevan a cabo la primera repetición en libre. En posteriores repeticiones, a medida que fueron eliminando puntos de reposo, fueron retirando clavos hasta quedar completamente limpia, rebautizándola con el nombre que la conocemos actualmente. Con él queda claro el profundo cambio que estaba sufriendo la escalada de dificultad en roca en nuestro país.
Calificada en su día como “extrema hasta el extremo”, es el emblema de la escalada libre en la Sierra de la Cabrera y en Madrid. Si bien ya se habían escalado hasta entonces pasajes de séptimo grado como la norte del Torreón de los Galayos, por Octavio Galante y Manolo Martínez, la Metamorfosis, con sus treinta metros de pared ligeramente desplomada y grado mantenido, fue considerada como la primer vía de séptimo grado del territorio nacional. (Texto extraído del blog escaladoresdelacabrera.blogspot.com)
El hecho de ser una ruta sombría y discurrir por semejante lienzo liso, ligeramente desplomado, añade algo de miedo escénico, del que nos tendremos que sacudir para llegar con éxito a la cadena.



Este fin de semana el descubrimiento ha sido el queso de cabra de la Sierra de Guadarrama que compramos en la tienda de Ultramarinos de La Cabrera, y que sin duda volveremos a comprar cuando volvamos. Totalmente recomendable.


A la ida paramos en Lerma, como siempre, para cenar en el «Mesón Casa Lara» (Calle del Barquillo, 63, 09340 Lerma) un estupendo plato combinado.
