Primera Ascensión: Javier Olivar “el Flaco” y Antonio Sánchez “el Moskito” en 1976.
Material Necesario: Con 15 Expreses suficiente. Si se va justo de grado se puede complementar con unos fisureros.
La Mosquitos (denominada en sus inicios simplemente como la Vía del Moskito) es una de las vías más repetidas en Riglos. Clásico bautismo para quien quiera escalar por primera vez la Visera es una ruta lógica, evidente, asequible y muy estética. Su travesía de entrada al Trono ha sido imagen de portada, contraportada o interiores de unas cuantas guías y, a pesar de que hoy en día la vía desmerece un tanto por lo pulido de sus agarres, la generosidad de sus presas sigue dando oportunidades a todos aquellos que quieren disfrutar de su hermoso recorrido.
Siendo la primera vía en el desplome de la Visera, llama la atención lo tardío de su apertura: el 27 de junio de 1976, convirtiendo a la Visera con mucha diferencia como uno de los últimos mallos en ser escalados (sólo un poco antes que la pared de los castellanos o Mallo Castilla). Javier Olivar “el Flaco” y Antonio Sánchez “el Moskito” logran terminar una apertura largamente ansiada: el último problema de Riglos, la escalada del extraplomo de la Visera. Bien es cierto que tres años antes ya se logró escalar la vía Torrijos, pero lo hacía evitando el acusado desplome de este mallo, su principal defensa.
Comenzamos el primer largo V+ escalando una fisura que nos lleva al pie de un diedro vertical, largo fácil.
El segundo largo, 6a, supera el bonito diedro vertical y a su mitad lo dejamos y efectuamos una aérea travesía a la derecha y alcanzamos la repisa, bonito largo, algo pulido pero se escala bien.
Tercer largo, IV+, facil largo pero bonito, superamos un diedro chimenea y alcanzamos una repisa, montamos reunión a su otro extremo.
Cuarto largo, V+, superamos un bonito y vertical diedro, algo pulido.
Sexto largo, 6a, superamos un diedro y una fisura y alcanzamos la preciosa travesía en busca de la plataforma de «La Trona», precioso largo con mucho ambiente.
Séptimo largo, 6b, otro bonito y buen largo, mantenido muro que va en busca de una panza que superamos más fácil de lo esperado.
Octavo largo, V+, último largo, superamos unas panzas y ya por terreno fácil alcanzamos el fin de la vía.
Recogemos las cuerdas y trepamos hasta la cercana cima de la Visera, nos ha gustado la vía, bonito recorrido con una perspectiva impresionante sobre el gran desplome de la Visera y sus impresionantes vías, tras disfrutar de la cima bajamos por el cómodo sendero que nos lleva de vuelta al pueblo.
La jamada: Como siempre, en el bar «El Puro» .