Primera Ascensión: Jim Baldwin y Ed Cooper en 1961.
Material necesario: Single Rack hasta el número 4. Y dos juegos más del 2 al 3. Fisureros.
Esta escalada de fama mundial con gran patio es un «obligado» para aquellos con la experiencia suficiente. Paños de roca limpios de perfeto granito quedarán bajo tus pies mientras asciendes por las fisuras finales hacia la cumbre. Lo tiene todo: buena roca, fisuras perfectas, slabs con alejes, invertidos agotadores, placas delicadas…. y una de las mejores vistas de Squamish.
Primera ascensión: Abierta por Ramón Portilla y Jon Lazkano en 1989 utilizando técnicas de escalada artificial. Ellos mismos reequiparon la vía en 1994 con la idea de escalarla en libre, lo que consiguieron con algún punto de reposo, siendo liberada íntegramente por los vascos Iñigo Basterra y Anger Gardeazábal en 1994.
Material Necesario: 14 cintas y material de reunión. Un juego de friends y otro de empotradores para los 3 últimos largos.
Al contemplar desde el refugio la pared de la cara Oeste del Picu resulta incrédulo imaginarse una línea que lo surque directamente de abajo arriba, como si el camino de la vía lo dibujara un niño pequeño: una línea recta hasta lo más alto.
Esa vía es precisamente la «Gizon berri bat naiz», un camino directo al cielo, pasando continuamente por paños de roca inmejorables.
Tiene fama de ser «una de las mejores del mundo en su grado «, y en su estilo. La verdad es que surcar la cara Oeste del Picu, de manera tan directa, es un lujo. Una pared con tanta historia…
Todos los largos son de muchísima calidad, no tiene uno malo. Y para más inri , la calidad de la roca es excepcional (a menudo comparada con la caliza de Taghia y el Verdón…). Los largos duros están equipados con carácter deportivo, y en los fáciles alejan los seguros, lo que le da un carácter de aventura a la vía. Conviene llevar un juego de friends para complementar.
Escalada a vista de verdad, ya que generalmente no encontraremos rastro de magnesio.
Primera Ascensión: Jean y Pierre Ravier el 4 y 5 de julio de 1955.
Material necesario: Friends del 0,5 al 3,5. Fisureros y cintas largas.
Otra pequeña joya de los hermanos Ravier en su montaña predilecta. Es una vía corta para ser el Midi pero solo por el último largo de fisura merece la pena escalarla. Este largo puede resultar difícil de encadenar, pero se pasa bien debido a las grandes posibilidades de protección.
Los hermanos Ravier, nacidos en Paris, el 20 de octubre de 1933, se vieron obligados al traslado de su familia a la vida en el campo durante los años de la guerra de 1939 a 1945, lo que suponía un privilegio para niños de ciudad, que evitaban así los rigores, los riesgos y la penuria alimentaria.
El pueblo donde se mudaron se encontraba justo al pie de los Pirineos. De aquella época data su primer contacto con la montaña.
Después de una temporada consagrada a la ascensión a algunas cumbres por su vía normal (Vignemale y Monte Perdido, entre otras) tomaron la decisión de volar con sus propias alas y fuera ya de las vías más cómodas. Durante el verano de 1950 (tenían entonces 17 años) hicieron varias ascensiones difíciles, las clásicas en aquella época. Al año siguiente se enfrentaron con lo que estaba considerado como el nivel máximo de dificultad: la cara Norte del Petit Pic d´Ossau por la vía Ollivier (que habían repetido ya centenares de veces en su imaginación, leyendo el relato épico que aparecía en el libro de Robert Ollivier) y luego el Couloir de Gaube, por supuesto.
«Una vez que adquirimos un buen conocimiento de la historia del pirineísmo, nos dedicamos a buscar la solución de los “últimos problemas” que habían dejado sin resolver nuestros predecesores (Ia guerra había congelado la progresión del pirineísmo). Hicimos la cara Norte del Piton Carré, Ansábere y la Torre de Marboré » entre otras de las escaladas que hasta entonces habían rechazado todas las tentativas de ascensión. Y después en el Ossau particularmente recogimos el testigo de manos de Robert Ollivier y durante una quincena de años este macizo se convirtió realmente en nuestra montana predilecta.
El material que usábamos era absolutamente rudimentario. No disponíamos más que del mínimo estricto, y eso por dos buenas razones: en primer lugar, en aquella época había muy poco material en el mercado, y además, nuestros medios financieros eran muy limitados. Recordamos, por ejemplo, haber hecho confeccionar tacos de madera y tableros para vivac, por un amigo vecino, dueño de una carpintería.
Algo parecido ocurría con las técnicas de escalada, que no estaban ni desarrolladas ni afinadas en escuelas de roca. «Nunca hemos sido adictos al entrenamiento furibundo, tal como se concibe hoy en día. Los pocos conocimientos que adquirimos en este dominio (y que no han crecido mucho a lo largo de los años) se deben sin duda a la consulta de algunos manuales técnicos de alpinismo. Somos pirineístas autodidactas, instintivos, que no hemos aprendido prácticamente nada fuera de nosotros mismos… Y en esas nos hemos quedado … renunciando a evolucionar, a adoptar novedades, inventos (que a veces son, sin embargo, muy cómodos).»
Por ejemplo, nunca hemos usado zapatillas o “pies de gato” para escalar (dicen que hacen ganar algún grado). ¡lncluso tardamos mucho en utilizar el arnés!. Examinando una foto tomada durante nuestra lejana ascensión al Couloir de Gaube, un amigo nos ha asegurado ique llevábamos los crampones puestos al revés (lo de atrás adelante)! Desde luego, se trataba de crampones antediluvianos, austriacos, hechos de hierro forjado y comprados en alguna tienda de antiguedades. Como ves, somos pirineistas fuera de las normas, y de los que no hay que poner como ejemplo.»
: Midi D´Ossau – Eperon Est a la Punta Jean Santé 6b 260 metros
Aproximación: Desde el refugio debemos llegar a la parte baja de la muralla de Pombie, para ascender por la evidente diagonal en busca de la entrada al corredor Pombie-Suzon. Justo antes de la entrada encontramos a mano izquierda el comienzo de la vía marcada con un hito.
Conviene ir con tiento en la vira, nosotros lo hicimos desencordados pero si se siente inseguridad mejor encordarse, ya que se va ganando mucha altura y un resbalón puede ser fatal. En mitad de la vira hay una reunión.
Desde Portalet, la vistas como siempre espectaculares.
Se aprecia la vira hasta el corredor Pombie-Suzon.
Comenzamos por la vira Pombie-Suzon.
Largo 1, V, 40 metros: Pequeño paso a bloque para superar un desplome, giramos hacia la derecha y enfocamos un diedro que nos deposita en una repisa. Reunión de 3 clavos.
Largo 2, V+, 35 metros: Salida a bloque, y continuamos por un bonito y estético diedro. Al final salimos a la izquierda en busca de una incómoda reunión en placa. Reunión de 3 clavos.
Largo 3, 6a, 25 metros: Ascendemos por unas fisuras, y al altura del techo hacemos una expuesta travesía difícil de proteger. Los dos clavos que marca el croquis en el techo no están, de manera que queda una travesía picantona hasta alcanzar un clavo salvador. Desde ahí hasta la reunión terreno fácil. Reunión de 3 clavos.
Llegando a la travesía.
Una mirada atrás.
Largo 4, IV+, 35 metros: Salimos a la izquierda y remontamos por terreno fácil hasta montar reunión de un clavo a reforzar.
Largo 5, IV, 40 metros: Seguimos con tendencia a derecha hasta colocarnos debajo de unas fisuras verticales. Reunión en un bloque sólido.
Largo 6, V, 45 metros: Superamos un diedro con un poco de deplome (dos clavos). Después seguimos en recto por otro diedro herboso que nos empuja a salirnos hacia su izquierda en busca de la bavaresa que nos dejará en la siguiente reunión, a los pies de la fisura del último largo. Muy buen largo.
Largo 7, 6b, 40 metros: Salimos por fisura de dedos tumbada, tras un reposo nos metemos en un diedro/offwith que se va dejando aunque intimida. Escalada técnica de gesto. Llegamos a otro buen reposo para coger aliento, hay una reunión antigua llena de cordinos en mal estado (probablemente la que montaron los Ravier en su día) que nos saltamos. A partir de ahí espectacular fisura de manos hasta la reunión. Sólo por este largo merece la pena hacer esta vía. Espectacular.
La jamada la hicimos en el estupendo Restaurante El Embalse, en el pueblo de El Pueyo de Panticosa. Se ha convertido ya en un clasicazo de 7p7j. Nos encanta !
Restaurante «El Embalse»:
Calle Mayor 10 El Pueyo de Jaca, 22662 Panticosa +34 974 48 70 48
Restaurante rustico y familiar. Comida casera y buen trato. Menú de 16€ con variedad de primeros y segundos:
PRIMEROS Potaje de garbanzos Sopa de cocido Borrajas Macarrones con tomate chorizo y jamón Pudding de puerro, setas y gambas Patatas encebolladas (asadas) Cogollos con anchoas Ensalada con gulas y gambas
SEGUNDOS Conejo Brasa Codorniz Brasa Muslo de pollo Brasa Solomillo de cerdo con salsa roquefort Chuletas de cordero Brasa Lubina plancha
Salmón plancha con salsa Provenzal Estofado de jabalí Rabo de Toro
Nuestra recomendación: Los garbanzos (suaves) y el conejo a la brasa (con ali oli).
Primera Ascensión: D. Cid y José Luis Zuloaga «Zulu» en 1986.
Material necesario: Vía equipada con parabolts. Se pueden llevar friends medianos para el último largo de V, ya que este último largo está limpio.
Otra clásica de Atxarte. La vía recorre un marcado espolón, con ambiente y muy buena roca. Las vistas son excepcionales y además se puede hacer cima del Aitx Txiki mediante unas trepadas tras escalar el último largo (V). Los largos se van dejando escalar, más de continuidad que de pasos duros. Una imprescindible para amantes de Atxarte.
El barranco de la Hoz es un lugar especial, esto se percibe nada más llegar. El tipo de sustrato que conforma sus paredes es poco habitual en España, si no único. La extraña combinación de conglomerado y arenisca que las caracteriza consigue transportarte de Riglos a Utah en apenas 2 largos de escalada, sin exagerar, literalmente.
Un nutrido grupo de escaladores liderado por el incombustible Jesús Galvez realizó las primeras aperturas allá por finales de los años 70. El barranco forma parte del parque natural del alto Tajo y la escalada se encuentra obviamente regulada. Antes de acercarse a este maravilloso rincón, recomendamos encarecidamente revisar las restricciones.
La escalada en el barranco se desarrolla fundamentalmente sobre fisuras y diedros. Se trata de escalada de autoprotección, seria y comprometida que no recomendamos si no se domina mínimamente la técnica de empotramientos y cerrojos. La mayoría de vías carece de reuniones y seguros fijos salvo algunos clavos, puentes de roca y tacos de madera. No hay disponible mucha información sobre esta zona en un intento por preservarla y protegerla de una posible masificación. Lo entendemos y nos parece razonable. Un grupo de escaladores locales vigila las nuevas aperturas y se asegura de que estas continúen la filosofía de las anteriores, haciendo especial hincapié en el respeto a los itinerarios ya existentes y el carácter general de autoprotección de la escalada.
Lo que en principio se trataba de una escalada de preparación para Ordesa pronto adquirió un carácter propio y se transformó en una experiencia intensa y reconfortante.
Primera Ascensión: Fernan, Antxon, Adi e Iñaki en Octubre 2020.
Material necesario: Friends del 0,1 al nº 3. Fisureros y 14 cintas express.
La vía transcurre por una serie de placas en la parte baja del Alluitz para luego surcar de forma soberbia la pared a la izquierda del espolón de los Eibarreses, por donde transita la ya clasica » La cabra de Judas». De dificultad no excesiva pero expuesta en algunos tramos. Los largos superiores a la grada herbosa no nos dejarán indiferentes. Una bonita vía de aventura en la que disfrutaremos de la soledad de la vertiente suroeste del Alluitz.
Primera Ascensión: La vía fue abierta por miembros del Greim de Potes y reequipada con posterioridad por Antonio G. Corbalán y F. Javier Calleja (Elías)
Material Necesario: 14 cintas express. La vía está equipada con parabolts.
Esta modesta cumbre de 1.532 metros, en las estribaciones de los Picos de Europa y custodiada por la pequeña localidad de Caloca, contiene un paredón calizo de 250 metros en su vertiente suroeste. La vía Greim busca el diedro central de la parte izquierda de la pared (6c+), para lo cual tendremos que escalar 2 largos de placa salpicados por lajas. Merece la pena reseñar el último largo de canalizos que nos transportará al Picu Urriellu.
Material Necesario: 16 cintas express. La vía está equipada con parabolts.
Esta modesta cumbre de 1.532 metros, en las estribaciones de los Picos de Europa y custodiada por la pequeña localidad de Caloca, contiene un paredón calizo de 250 metros en su vertiente suroeste. La vía Bifrost surca su parte central por la zona anaranjada. Dos largos de placa sobre roca pinchuda nos depositan en una sucesión de diedros Ordesianos. Es una pena que la vía transcurra tan a menudo sobre roca dudosa en su parte central, obligándonos a prestar atención en muchos pasajes, porque la vía es buenísima.
Durante los últimos años esta zona de escalada ha entrado en una fase de letargo, lo que unido a la reciente apertura de la vía y al pequeño número de repeticiones no ayuda al mantenimiento y limpieza de la misma.
El Balaitús nos vigilará durante toda la escalada.
Primera Ascensión: M. Castells, J.M Dulhein y G. Traile en 1999.
Materia Necesario: 15 cintas expres. La vía está equipada con parabolts.
Impresionante vía que recorre placas y muros de setas (tafonis). Todos los largos son excepcionales. Su vecina «Ecole Buissonnière» nos gustó, y esta nos dejó totalmente fascinados. Muy recomendable. 5 estrellas.