
1ª Ascensión: Antxon, Fernan, Manu e Iñaki en octubre 2024.
Material: Friends del 0,1 al número 3. Fisureros y cordinos.
Tartalo es un ser de la mitología vasca. Un ciclope, es decir, que tiene un solo ojo en medio de la frente. Es un gigante de fuerzas hercúleas que vive en una cueva en la que guarda sus hermosos rebaños para pasar la noche. Antropomorfo, gigantesco, con costumbres antropófagas y comportamiento terrorífico. Vivía en las montañas.
Su tamaño es descomunal al igual que lo es su fuerza, y su entretenimiento favorito es tirar piedras de un monte a otro. Cuenta la leyenda que debido a este entretenimiento se crearon varias construcciones existentes hoy en día. Al contrario que otros personajes también gigantes, como los «Jentilak» (Jentiles) , Tartalo es perverso, de instintos salvajes y muy agresivo. Se alimenta de ovejas, niños e incluso adultos de vez en cuando. Tartalo era poseedor de un anillo mágico que le servía para controlar a sus presas, ya que al grito de Non hago? («¿Dónde estás?») por parte de Tartalo, el anillo respondía Hemen nago, hemen nago («Aquí estoy, aquí estoy»), lo que delataba a su presa.
Este tipo de cíclope es muy corriente en la tradición mitológica. Lo podemos encontrar en la mitología clásica grecorromana. En la mitología griega, Tartaro un lugar muy profundo del inframundo, similar al infierno cristiano. El dios Urano encerró a los ciclopes (Brontes, Estéropes y Arges) en el Tártaro. Y Tántalo era un hijo de Zeus y la oceánide Pluto. Se convirtió en uno de los habitantes del Tártaro, la parte más profunda del Inframundo, reservada al castigo de los malvados.
Seguramente la mitología vasca lo asimiló de los romanos, adaptándolo, y transformando un lugar terrible en un genio terrible.
Los itinerarios que surcan la vertiente sur del Alluitz siempre son garantía de una jornada con carácter alpino. En este caso, los aperturistas nos han dejado una bonita vía para disfrutar una jornada tranquila, sin grandes sobresaltos, y que nos deposita en la cima del Alluitz.
Pasaremos por el gran ojo de Tartalo, la cueva donde quizá vivía el ciclópe más temido de nuestra montañas, o tal vez la cueva horadada por alguno de sus lanzamientos de piedras. Bonitos largos de placa, alternados con arista y tramos andando. Roca dudosa en algunos tramos, pero una vía que merece mucho la pena si nos gustan este tipo de actividades.

La aproximación es muy sencilla, salimos del parking de los espolones en Atxarte, dirección al collado de Artola. Nos desviamos a la derecha hasta la placa del primer largo. Inicio de la vía bien reconocible por los cordinos de la primera tirada.



Largo 1 , IV (55 metros): Una placa tumbada llena de pequeñas lajas típicas de Atxarte nos lleva a la placa final que se ve aprecia desde pie de vía con un paso de V+ (buen agarre y pie en adherencia). A medida que escalamos nos dejamos guiar por la multitud de cordinos que vamos encontrando sobre puentes de roca.

Largo 2 , IV (35 metros): Largo muy disfrutón. Plaquitas de IV hasta un paso de V mucho más fácil que el del largo anterior. Después reunión a la izquierda. También protegido por cordinos en puentes de roca.



Largo 3 , 6a (30 metros):Esta tirada es muy corta, sobre roca mucho más compacta. Los pasos difíciles están bien protegidos. Primero un paso en desplome y después sobre gotas de agua en placa ligeramente tumbada. Hay que bailar bien el cuerpo para sacar los pasos. Buen largo!

Largo 4 , IV (60 metros): La única dificultad del largo está al salir de la reunión a la derecha, para montarnos en una bañera de caliza compacta y después en vertical. Posteriormente seguimos la arista por el terreno más fácil pero sin perder la propia arista, hasta encontrarnos con la reunión en una pequeña terraza herbosa. (reunión un cordino en puente de roca).



Largo 5 , IV (40 metros): Una vez más la dificultad la encontraremos al salir de la reunión. Salimos hacia la izquierda con unas bonitas vistas sobre el Untzillaitz. Un pasito en la fisura y seguimos la arista hasta un colladito donde montamos reunión (sobre friends). Ojo a la arista que hay mucha roca rota.
Largo 6 , III (20 metros): Este largo lo podemos bordear por la izquierda (andando), o treparlo y destreparlo hasta la base del siguiente espolón. Se trata del paño de roca que tenemos frente a nosotros.

Largo 7 , 6b (20 metros): Desde abajo se ven los dos bolts. La dificultad de 6b es un paso aislado, justo al principio del largo (2 bolts). El paso está bien protegido. Después hacia la izquierda por terreno roto hasta encontrar la reunión de dos cordinos.


Destrepamos y andamos hasta la izquierda, hasta la base del siguiente largo.
Largo 8 , V+ (40 metros):Este largo nos pareció buenísimo. Primero una placa con regletas y después de una pequeña vira herbosa otra placa, esta vez de pequeñas baldas y resaltes en forma de tacos. De navegar e ir tranquilo.


Desde la reunión, andamos 10 metros hacia la izquierda hasta el gran ojo (Tartalo) desde donde aseguramos el siguiente largo.

Largo 9 , 6a+ (25 metros): Salimos a la izquierda del aéreo espolón que forma el gran arco de piedra, y en vertical encontraremos dos bolts. La dificultad está a la salida del segundo bolt, además la roca está rota, hay que ir con cuidado en ese pequeño tramo.






Largo 10 , III (30 metros): Largo de transición hasta situarnos en la base del siguiente largo.
Largo 11 , 6b (30 metros): Largo clave de la vía. Primero escalamos en vertical hasta un clavo donde pondremos una cinta larga. Después travesía a la derecha (un paso largo) menos dificil de lo que parece. Ya solo nos queda un paso desplomado protegido por un bolt y la salida del diedro protegido con otro bolt. La salida del diedro es lo más difícil.





Largo 12 , 6a (60 metros): Largo muy bonito también. Trepamos hasta un clavo, después un paso sobre un gran bloque inestable para subirnos a una bañera de caliza donde encontramos 1 parabolt. De ahí salimos a la derecha (muy bonito) y seguimos por la arista entre grandes bloques a tope de cuerda hasta montar reunión al gusto sobre algún bloque.


Largo 13 , IV (30 metros):Nosotros nos pusimos las zapatillas y evitamos escalar este largo por la izquierda mediante unas pequeñas trepadas.
Desde aquí hasta la cumbre del Alluiz, que se encuentra a nuestra derecha, en unos 5 minutos.




Descenso: por la ruta normal al Alluitz. Volvemos sobre nuestros pasos y giramos hacia la bajada normal del Alluitz que nos dejará en el collado de Artola de nuevo.
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